Sólo es publicidad

María Dolores Ripoll Martínez de Bedoya, Abogada del Estado, acaba de descubrirnos a todos que lo de «Hacienda Somos Todos» sólo es publicidad. Triste es que una profesional, seguro que con muchas horas de esfuerzo y trabajo sobre sus hombros, tenga que arrastrarse por el fango y hacer bueno el chiste del abogado y el pez gato, espero que le merezca la pena la recompensa por el sapo que se ha tenido que desayunar.

Lo cierto es que sin ser fan, lo de la infanta (en minúsculas, como corresponde) ya lo explicaba bastante bien la escritora Lucía Etxebarría, tan bien que su artículo fue censurado en su momento. Aun así, no es necesario leerlo para que cualquiera que no esté cegado por el sectarismo, por el poder o por el dinero, comprenda que si la imputada se llamase, por poner un nombre, Teresa Rodríguez, en lugar de cristina de borbón, no tendríamos ni a los altos cargos de Hacienda (¿mandados por?), ni al fiscal anticorrupción (¿mandado por?), ni a la Abogada del Estado (¿mandada por?) afanándose por evitarle el trance de un vergonzoso juicio.

Realmente, en mi opinión, a este juicio no le sobra una imputada, más bien le falta alguno.